Mercedes Baudes de Moresco

El otro sexo (parte III)

Hombre,mujer,como si la distinción fuera evidente por sí misma,se distinguen,si,por ser cada uno la fantasía del otro.

Es entonces cuando se tejen las tramas del amor y también las trampas,compromisos,sufrimientos,quejas,denuncias,etc,la traición del amor o lo falso de la verdad.

Ni la belleza física masculina o femenina son parámetros a considerar en ese «algo más» que tiene que tener el «elegido», en esa cualidad especial se jugarán las obsesiones del amor ,las decepciones  y el fracaso ,pero también la búsqueda la esperanza y la insistencia.

Ilusiones y tragedia de la combinatoria amorosa tejida de malentendidos,fastidios goces y sorpresas,esta comprobación nos recuerda lo inadecuado que se presenta el deseo de todo humano en relación a su objeto amoroso,más aún si pretende que sea tal cual lo ha idealizado,lo que ha imaginado como «felicidad».

Una de las condiciones del amor es poder conciliar fantasía y realidad.Las distintas conductas de los amantes hacia sus amados,muestran sus modos especiales de amar y los puntos sobresalientes del deseo.

Las elecciones de objeto merecedoras de atención sexual,si bien parecen ser elecciones,están condicionadas también ,aunque sus motivaciones permanecen mucho más ocultas que lo que suponemos.

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